Hace ya un año que te conocí, pinche morra. No maaaames, aquel día, ese primero de diciembre del año pasado fue muy muy genial leer tu review en los vicios. Sobre todo porque fuiste la única que propuso algo, nadie más lo hizo, se limitaron a...bueno, tú sabes. Y fue muy chingón, nunca pensé que llegaríamos a tanto, pero, te acordás que te dije que escuché "Click" contigo?? JUAAAAA!! pues parece que fue un click fuerte!! hahaha Y bueno, quería darte algo, pero no se me ocurría qué, sha sabés que hay kilómetros que no se pueden pasar en la Crisis. Pero algún día tendré un Jet Privado y me iré a ver a la Zely!! xDDDDD hahahaha No cierto. Bueno, este es mi pequeño regalo.
Descansando. Sentado en la cansina soledad de la habitación poseedora de ese aroma tan mío. Te recuerdo, te pienso y me pregunto lo que mi espíritu, pensamiento y corazón quieren que sepas.
Las palabras huyen despavoridas, se ocultan detrás de máscaras invariables que no me dicen nada. Susurran y se comunican por telequinesia. No lo comprendo y sigo girando la rueda de la comunicación que a veces se pierde entre nuestros deseos, mi necesidad por hablarte. Y a veces, sólo una, Alabado sea el Niño Elefante, nuestro deseo apócrifo de separación. Pequeña prueba que pasó a ser todo un desafío, de las que duelen y siempre recuerdas porque significan algo.
Mucho.
Todo.
La confesión se asoma y examina el entorno. Más insegura que nunca se refugia bajo la máscara de la indiferencia para perderse entre las palabras que deambulan en la amplitud de este pequeño espacio lleno de ideas que podría ampliarse y que no deja de querer ser ocupado por tu nombre.
¿Qué querés decir?
Es la pregunta y no estoy seguro de la respuesta. La especialidad muta haciéndose más fuerte como con vacuna el organismo. Las ideas se arremolinan y la principal se esconde de nuevo. No quiero buscarla pero deseo hacerlo. Porque el que lo sepas es… ¿necesario? ¿Importante?
Tal vez ninguna. Pero qué demonios. Sólo el cómo y el cuando de la primera equis existe en mi recuerdo con el nombre de un ángel oscuro mal escrito.
Y con nadie más.
Me alegra que de eso haya pasado ya una vuelta a la órbita, 12 lunas, 4 estaciones, 365 rotaciones, tantas palabras, tantas experiencias, tantas confesiones, tantas risas, el deseo fallido y la pueril atracción hacia el mismo tema una y otra vez y otra vez, como si fuera su anhelo tenernos para, inexorablemente, hervir en la febril distancia que arruina y embellece todo.
¿Qué querés decir? ¡Concha!
Hahaha. Decir nada. Quiero rozar mis labios con la piel de tu rostro y susurrar "dulces sueños" en tu oído.
Todas las noches.
I FUCKIN' LOVE YOU!!!!!
